La carrera de las energías renovables se dispara hasta alcanzar una velocidad «sin precedentes»

 

Entre las noticias más destacadas del curso figura esta información que publicamos en el mes de julio: Incremento sin precedentes de la potencia renovable. Fue el titular elegido por la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena) para presentar su último balance anual, Renewable Energy Statistics 2024, que recoge todos los números clave del sector a escala global correspondientes al año 2023. Según ese documento, referencia anual primera en la materia, la potencia renovable instalada en 2023 fue un 14% superior a la que se conectó en 2022, que ya fue un año top. A pesar de ello, la Agencia alerta: si el mundo quiere cumplir con los compromisos energético-climáticos acordados en la Cumbre del Clima de Dubái, deberá elevar esa velocidad de crucero hasta, «como mínimo», el 16,4%.

La carrera de las energías renovables se dispara hasta alcanzar una velocidad "sin precedentes"

 

Máximo histórico de instalación de energías renovables. Nunca antes creció tanto en doce meses el parque de generación de energías limpias. «Un crecimiento sin precedentes del 14% de la potencia renovable durante 2023 ha establecido una tasa de crecimiento anual compuesto del 10% en el período 2017-2023». Lo dice la International Renewable Energy Agency (Irena) en su último balance anual: estadísticas de la energía renovable 2024 (Renewable Energy Statistics 2024), que publicó ayer. A pesar de ese formidable incremento del tamaño del parque renovable de generación, que no tiene parangón (las otras fuentes de energía están a años luz de esas tasas de crecimiento), «el mundo -alerta Irena- corre el riesgo de no materializar su objetivo comprometido en la CoP28 de triplicar las renovables». La vigésima octava sesión de la conferencia de las partes (conference of parties, CoP) de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CoP28) concluyó en Dubái el pasado mes de diciembre con un acuerdo según el cual las partes se comprometen a tomar medidas para lograr triplicar, a escala mundial, la capacidad de generación de energía de las fuentes renovables de aquí a 2030.

«Las naciones reunidas en la cumbre mundial del clima de Dubái (CoP28) han acordado alejarse de los combustibles fósiles (transition away from fossil fuels), triplicar la potencia del parque global de generación renovable (de los 3,8 teravatios actuales a los 11,1) y duplicar la eficiencia energética de aquí a 2030»

Y eso (triplicar) estaría lejos de suceder -apunta Irena en su recién publicado balance- si la velocidad de crecimiento del parque de generación se queda ahí: en el 14% (según Irena, esa velocidad debería alcanzar un 16,4% anual hasta 2030 si queremos triplicar). Más: si tomamos como referencia la tasa de crecimiento anual compuesto 2017-2023, que es del 10%, los números que resultan son aún peores. «El mundo solo acumulará 7,5 teravatios de capacidad renovable en 2030, incumpliendo su objetivo en casi un tercio», alerta la Agencia (su objetivo es como se dijo 11,1 teras).

[Bajo estas líneas, proyección Irena atendiendo a un crecimiento anual del 14% (es decir, similar al registrado en 2023) y atendiendo a un crecimiento del 10% (correspondiente a la tasa de crecimiento anual compuesto 2017-2023). Fuente: Irena].

Alerta Irena en su balance (respecto de la insuficiencia en la velocidad de crucero de la transición renovable) e insiste en la misma dirección, de viva voz, su director general, Francesco de La Camera. El italiano, aunque reconoce con satisfacción que las energías renovables están ganándole cada vez más la partida a los combustibles fósiles, advierte que no es tiempo aún para la complacencia: «las renovables deben crecer a más velocidad y en mayor escala», sentencia.

Porque La Camera lo tiene muy claro: si continuamos creciendo al ritmo actual -ha dicho-, lo único que vamos a conseguir es incumplir el objetivo de triplicar las renovables acordado en el Consensus UAE de la CoP28, «poniendo en riesgo consecuentemente los objetivos fijados en el Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible».

«El Acuerdo de París establece un marco global cuyo objetivo es evitar «un cambio climático peligroso» manteniendo el calentamiento global muy por debajo de los 2°C y prosiguiendo los esfuerzos para limitarlo a 1,5°C»

Francesco La Camera, director general de Irena: «como agencia custodia encargada de monitorizar el progreso [hacia el horizonte del cumplimiento del Acuerdo de París], Irena está comprometida a apoyar a los países en sus hojas de ruta para la consecución de los objetivos, pero necesitamos acciones políticas concretas y una masiva movilización de financiación a toda velocidad para alcanzar nuestros objetivos juntos. Las cifras globales consolidadas ocultan patrones constantes de concentración [financiera] en la geografía. Estos patrones amenazan con agravar la brecha de la descarbonización y suponen un obstáculo importante para alcanzar el objetivo de triplicar las emisiones»

Sultan Al Jaber, presidente de la CoP28: «el informe publicado hoy [por ayer] es una llamada a despertar a todo el mundo: aunque estamos haciendo progresos, no estamos en ruta hacia la consecución del objetivo global de triplicar la capacidad renovable hasta alcanzar los 11,2 teravatios en 2030. Necesitamos incrementar la velocidad y la escala de este desarrollo. Esto significa incrementar la colaboración entre los gobiernos, el sector privado, las organizaciones multilaterales y la sociedad civil. Los gobiernos deben establecer objetivos renovables explícitos, implementando medidas como la agilización de la concesión de autorizaciones y permisos y la expansión de las conexiones de red, y deben implementar políticas inteligentes que impulsen a las industrias en ese sentido e incentiven al sector privado a invertir. Adicionalmente, este momento nos ofrece una oportunidad significativa para impulsar el establecimiento de objetivos energéticos nacionales fuertes en nuestras Contribuciones Determinadas a nivel Nacional para apoyar el objetivo global de mantener la meta del +1,5ºC al alcance. Y, sobre todo esto, debemos cambiar la narrativa de que la inversión climática es un gasto para convertirla en una oportunidad sin precedentes de compartir el desarrollo socio-económico»

Renewable Energy Statistics 2024 contiene información sobre la capacidad de generación de electricidad global 2014-2023 y sobre la generación de electricidad 2014-2022. Los datos recabados por Irena proceden de diversas fuentes, según la Agencia. A saber: cuestionarios Irena, estadísticas nacionales oficiales, informes de las asociaciones industriales sectoriales, informes de consultoras y fuentes periodísticas. El anuario que acaba de publicar la Agencia Internacional de las Energías Renovables contiene así mismo estadísticas sobre inversión en renovables, elaboradas a partir de los datos (2013-2022) compilados por la OECD-DAC (comité de ayuda al desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y una veintena de instituciones financieras y agencias para el desarrollo bilaterales y nacionales.

Generación de electricidad por fuente de energía
Las fuentes de energía renovable (el agua, el viento, el Sol, la biomasa, etcétera) produjeron en 2022 (último año con datos consolidados) el 29,1% del total de la electricidad a escala global (8.440 teravatios hora). El 70,9% restante se lo apuntaron los combustibles fósiles más, en muchísima menor medida, la nuclear, el bombeo y otras fuentes no renovables de energía (29.031 teravatios hora).

La generación de electricidad ha crecido a razón del 2,4% anual desde el año 2011. Las renovables: +6,1%. Las no renovables: +1,3%. En el año 2022, la electricidad renovable creció un 7,2% sobre la electricidad renovable producida en 2021. Desde el año 2010, los crecimientos más importantes en cuanto a producción eléctrica renovable hay que apuntárselos a la eólica y la solar (renovables variables, según la terminología Irena), que alcanzaron el 11,7% del mix de la producción eléctrica global en 2022, tras registrar un crecimiento del 18,2% desde 2021.

Generación de electricidad renovable, por fuente
La hidroelectricidad se mantiene como principal fuente renovable de electricidad. Según los últimos datos recopilados por Irena, el agua produjo en 2022 más de cuatro mil teravatios hora de energía eléctrica (4.330 TWh), un 0,8% más que un año antes. El viento fue la segunda fuente renovable de electricidad, con 2.098 TWh, pero con un crecimiento de catorce puntos con respecto a su registro de 2021 (+14,0%). En tercer lugar se situó ese año el Sol, con 1.294 TWh y un crecimiento brutal: +25,6%. La bioenergía, que solo creció punto y medio (+1,5%), aportó hasta 619 TWh; y, por fin, la geotermia produjo casi cien teras (97 TWh), y las energías marinas, casi un tera.

Renovables por región
Asia ha liderado en 2022 la producción de electricidad renovable en términos absolutos. El enorme continente del Oriente ha producido con fuentes limpias 3.749 teravatios hora, un 9,3% más que el año anterior. El incremento, de casi dos dígitos, ha sido conducido por la hidráulica y la solar, que han mucho más que compensado la caída de la producción eólica y de bioenergía.

Norteamérica ocupa el segundo lugar en el escalafón, con 1.493 teravatios hora de electricidad renovable producidos. Alcanza esa posición por primera vez (desbancando a Europa, que en 2022 se ha quedado en los 1.462 teras hora). El norte del «nuevo mundo» ha registrado un crecimiento de su producción ren más que considerable (+8,6%), mientras que en el «viejo mundo» la generación de electricidad renovable ha caído (-0,6%). Suramérica generó 940 teravatios hora (+11,9% con respecto a lo producido en 2021). El incremento se ha debido -según Irena- a la recuperación de la generación hidroeléctrica y a la mayor aportación solar.

Eurasia, que incluye Armenia, Azerbayán, Georgia, Rusia y Turquía, produjo 363 teras (+2,5%), con la solar y la eólica maquillando los constantes descensos de la hidráulica. África generó 205 (+3,5%).

Oceanía, 125, o sea, muy poco en términos absolutos en comparación con África, por ejemplo, pero muy mucho si tenemos en cuenta la dimensión territorial, la población y la dimensión temporal. Porque resulta que el continente de nuestras antípodas ha registrado en 2022 un incremento de la producción renovable de electricidad de… el 14,5%.

América Central y Caribe se han apuntado 57 teras (+1,3%) y Oriente Medio, 47, guarismo muy menor al de cualquier otra latitud, pero que también registra un crecimiento enorme (+16,9), debido -apuntan desde Irena- a la pujanza de la eólica y a la revolución solar que está teniendo lugar en todas partes, y también aquí.

Mix eléctrico
Asunto bien distinto es el mix eléctrico de cada territorio. Ahora mismo, Suramérica encabeza la clasificación con un 75,0% de su electricidad producida con fuentes renovables, «predominantemente hidroelectricidad». Europa le sigue a continuación, con un 40,5. En este caso la aportación ren tiene varias fuentes: eólica (35,7%); hidráulica (33,3); solar (16,1); bioenergía (14,0%); y geotérmica, 0,8. América Central y Caribe, por una parte, y Oceanía, por otra, ocuparían el tercer cajón del podio, pues generan, cada cual, en torno al 38% de su electricidad con fuentes renovables. Más abajo en la tabla se encuentra Norteamérica, que solo produce un 27,0% de su energía eléctrica a partir de recursos ren. Le siguen muy de cerca Asia, con el 26,2%; luego Eurasia, con el 23,5; y, por fin, África, con el 22,8. Oriente Medio solo genera el 3,4% de toda su electricidad con fuentes renovables.

G20 y G7: los más ricos, más sucios
Contra lo que pueda parecer, el G20 y el G7* generaron mayoritariamente más electricidad sucia que limpia (renovable) y menos, en todo caso, que la media global, que fue del 29,1%, como se dijo. Los países del G20 se anotaron un 28,9%; los del G7, un 28,5. Ambos grupos tienen repartos similares en fuentes renovables. De toda la electricidad renovable generada en 2022, los países del G20 tenían un 46,3% de energía hidroeléctrica, un 28,4% de energía eólica, un 16,5% de energía solar, un 7,9% de bioenergía y trazas de energía geotérmica. Los países del G7 tenían un 36,6% de energía hidroeléctrica, un 33,1 de
energía eólica, 18,0% de energía solar, 9,5% de bioenergía y 1,2% de energía geotérmica.

[Bajo estas líneas, a la derecha, en el gráfico: evolución 2000-2023 de la potencia de generación de electricidad instalada en todo el mundo. Fuente: Irena].

La última revisión Irena de las cifras muestra que, a finales de 2023, la capacidad renovable representaba 3,9 TW, es decir, el 43,0% de los 9,0 TW de capacidad total mundial, incluidos los no renovables.

El resto de la capacidad instalada (no renovable) asciende a 5,1 teravatios (57,0% del total) y se desglosa así: 4,5 TW de combustibles fósiles (50,4%), algo menos de 400 gigas (398 GW) de energía nuclear (4,4%), 142 gigavatios de bombeo (1,6%) y 45 gigas (0,5%) de otras energías no renovables.

La tendencia reciente sitúa a las renovables -explican desde Irena- como las fuentes de más rápido crecimiento. Ello está sucediendo a la par que se produce una ralentización de las energías no renovables y el desmantelamiento de grandes centrales de combustibles fósiles en varios países.

La tecnología solar fotovoltaica (FV) ha sido en 2023 la que más potencia tiene instalada: 1.418 gigavatios de capacidad de generación (36,7% del total de potencia renovable instalada en todo el mundo). La gran hidráulica era la primera de la fila renovable (lo ha sido durante muchos años) hasta hace apenas unos meses, cuando fue adelantada por la FV. Hoy, la gran hidráulica tiene una potencia instalada en todo el mundo de 1.265 GW, o el 32,7% del total del parque renovable global de generación de electricidad. Después vienen, en este orden: la eólica (1.017 gigas, o el 26,3%); y bioenergía (149 gigas, o el 3,9%). Cerrarían la tabla la geotermia y las energías marinas.

[Bajo estas líneas, potencia de generación instalada cada año. En oscuro, las energías sucias (nuclear y fósiles). En azul, las energías renovables. Fuente: Irena].

 

La Agencia Internacional de las Energías Renovables prevé que la fotovoltaica va a seguir siendo la tecnología más querida en los próximos años. En este 2023 pasado, de los 473 gigas de potencia renovable instalada en todo el mundo, 347 han sido FV. Irena también tiene claro que la partida la están ganando las renovables. La prueba es que el 85,5% de la potencia de generación instalada el año pasado en todo el mundo fue potencia renovable. En el otro plato de la balanza, las energías no renovables (fósiles y nuclear) mantienen una velocidad constante desde 2019: en torno a 80 GW.

La conclusión del informe de Irena es que 2023 ha sido un año histórico, por potencia instalada. Nunca antes el mundo puso en marcha en doce meses tantos megavatios renovables de generación. Además, el crecimiento con respecto al año anterior también ha sido el mayor del siglo, el mayor desde el año 2000 (+14,0%). A pesar de todo, ese guarismo es insuficiente si el planeta quiere cumplir con sus compromisos energético-climáticos horizonte 2030. Para cumplirlos, y según las estimaciones de Irena, haría falta un crecimiento anual del 16,4% de aquí al año objetivo: 2030.

 

fuente : ENERGIAS RENOVABLES